Loros barranqueros que viven en Chile y en la Argentina: Parecidos pero diferentes

Texto Juan F. Masello y Alejandro Balbiano

Los animales no saben de límites políticos ni de límites entre países, pero si entienden que existen límites geográficos infranqueables, o casi. Uno de ellos es la Cordillera de los Andes, la cadena montañosa más larga del planeta. Sus 8.500 km de longitud comienzan en Venezuela, continúan por Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y sirven de frontera natural entre Chile y la Argentina. Su altura media está entre 3.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar y el Aconcagua es su montaña más alta (6.962 metros de altura). La cordillera de los Andes es una barrera enorme y efectiva para el flujo de las especies, generando separación entre poblaciones y en la estructura genética de las mismas, lo que ha favorecido la especiación, o sea la creación de distintas especies y subespecies a un lado y el otro de los Andes. Pero algunas han pasado ese límite. Una de ellas fue la del loro barranquero, que hace unos 120.000 años cruzó los Andes, desde el actual territorio de Chile hacia la Argentina. El cruce se produjo en un área cercana al Aconcagua, probablemente sobre un paso de más de 3.000 metros de altitud. Los loros barranqueros se originaron en el actual territorio de Chile. Desde allí, en un único evento de expansión transandina efectuado por una bandada, surgió la totalidad de las poblaciones de la especie que actualmente ocupan la Argentina. Por lo tanto, el loro barranquero (Cyanoliseus patagonus) tiene su población ancestral en Chile, donde constituye al presente una subespecie (Cyanoliseus patagonus bloxami) que allí se conoce como “tricahue” o “loro tricahue” que es endémico del centro de Chile, es decir que solo vive en este lugar del planeta.

Actualmente, la población de esta subespecie está perfectamente separada de las presentes al otro lado de los Andes, en territorio argentino. La subespecie bloxami es genética y físicamente distintas de todos los demás loros barranqueros. El tricahue mide 45 cm desde la punta del pico a la punta de la cola, lo que lo convierte en el más grande entre todas las subespecies de la especie. La parte superior del pecho es de color pardo-oliva con tono vinoso, con una característica semibanda blancuzca que la separa fácilmente de las otras subespecies. El iris es gris-oscuro en los juveniles, y blanco-amarillento en los adultos.

Los loros barranqueros que habitan en la Argentina miden 42 cm desde la punta del pico a la punta de la cola y presentan a ambos lados una mancha blanca de tamaño variable. El iris es gris-celeste en los pichones, y blanco-amarillento en los adultos.

La clara separación entre las poblaciones que viven en Chile y en la Argentina es muy importante desde el punto de vista de la conservación. La subespecie denominada tricahue o bloxami está altamente amenazada por la extinción, lo que pone un punto de atención en la necesidad redoblar los esfuerzos para la conservación de esta población.

Las dos subespecies que viven en la Argentina, llamadas patagonus y andinus, se originaron a partir de la población de Chile. La patagonus se expandió con éxito por el sur a lo largo de los ríos hasta llegar al Océano Atlántico, donde actualmente se encuentra la colonia más grande de la especie. En cambio, la subespecie andinus, ubicada en el norte de la Argentina cuenta en la actualidad con solo 2.000 parejas, lo que implica también un estado de conservación precario.

 

Lectura recomendada:

Vargas Rodríguez R, Squeo FA: Historia Natural del Loro Tricahue en el Norte de Chile. La Serena, Chile: Ediciones Universidad de la Serena; 2014.

Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/260389706_Historia_Natural_del_Loro_Tricahue_en_el_Norte_de_Chile