El hornero y la calandria.

Fábula. Nelly Perrotta El hornero construyó su casita de barro y paja sobre la gruesa rama del árbol. Durante varios días amasó con mucho cuidado y edificó su casita con mucho amor. Algún tiempo después mamá y papá horneros, vieron crecer a sus hijitos, pichones fuertes, bien alimentados, cuidados por sus padres en todo momento . Algarabía y alegría rodeaba a la familia emplumada. Más allá, sobre las ramas del chañar delgado, mamá calandria y papá calandria, revoloteaban alrededor del nido muy rudimentario y de sus hijitos todavía pequeños. Cierta tarde, papá hornero pensó en hacer una visita cortés a la familia de calandrias. Voló hacia ellos algo preocupado. Nubarrones oscuros asomaban en el horizonte todavía soleado. Al llegar, saludó muy atento. -Buenas tardes, don Calandria... Estoy preocupado... Fíjese allá... No tardará en llegar el viento y la lluvia,... ¿Tiene usted seguro su nido? -Buenas tardes, don Hornero... pues verá, confío en que aguantará el aguacero,... Veré de ...