Trabajo manual
Texto: Nelly Perrotta
Esta imagen alada donde el verde de la
naturaleza se une al de la esperanza, surge como un sueño alcanzado por las
manos de un niño de ocho años que cursa el nivel primario en la Esc. Nro. 246,
de “El Cóndor”, Viedma, Prov. de Río Negro, Argentina, desde cuyo Taller de
Arte, nos muestra su asombro ante la existencia de las aves que periódicamente sobrevuelan
su pueblo, los Loros Barranqueros, y detrás de sus numerosas preguntas a sus
maestros y a los adultos que lo rodean intenta conocer mejor a estos seres
especiales que lo maravillan y preocupan y generan en él la impotencia propia
de su edad ante las respuestas que no lo satisfacen. En su inocencia se
pregunta “¿Por qué…?”
Quisiera ser él quien los ayudara, ser
el héroe que los protegiera. En cambio, siente que algo no está bien.
Lo que el niño siente es un gran
desconcierto, palabra de la que él todavía desconoce su significado.
Desconcierto, sin duda, provocado por los adultos y sus contradicciones.
Entonces, ese niño desde su impotencia
inexplicable para él, guiado por su maestra, vuelca todo su amor en ese trabajo
que representa al lorito barranquero que admira; sabe que esa es una manera de
dar algo de él a sus ruidosos amigos y se siente orgulloso de colaborar con
ellos desde lo que él puede y sabe hacer.
De algún modo nos comunica que el
camino a transitar en este presente tan necesitado de cuidado y respeto hacia
estos seres que comparten el Planeta Tierra con los humanos, en este caso
específico, los Loros Barranqueros, de quienes mucho tenemos que aprender, es
sólo uno.
Nos indica con la belleza de su tarea
amorosa, que aún es posible construir un futuro en el que la convivencia
respetuosa entre unos y otros, si nos lo proponemos, será realidad tangible. N.
P.
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