Reserva Natural Municipal “Acantilado de los Loros”

La importancia de crear un área natural protegida

Con la aprobación de la creación de la Reserva Natural Municipal “Acantilado de los Loros”, por parte del Consejo Deliberante de la Municipalidad de Viedma, se dio un paso fundamental para proteger a la colonia de loros más grande del planeta. Pero este es solo el comienzo. Aquí destacamos la importancia de las etapas a seguir.

Texto Alejandro Balbiano y Juan F. Masello

 

Una larga historia

Después de 26 años de estudios científicos, y teniendo en cuenta el valor biológico destacado de la colonia de loros barranqueros de El Cóndor, resultaba extraño que la misma no contara con ningún estatus de protección legal, ni nacional, ni provincial, ni municipal, a pesar de numerosos intentos de proyectos presentados en la Legislatura de la provincia de Río Negro. Son ejemplos de ello, los proyectos 120/2015, 567/2011, 232/2009, 260/2006 y 993/2004. Ninguno de ellos nunca logró la aprobación unánime y definitiva de la legislatura.

Pero el 8 de octubre de 2015 ocurrió un hecho que modificaría esta situación. El Municipio de Viedma amplió su superficie, por Ley Provincial N°5075, e incorporo un territorio costero continuo que se extiende desde el límite del antiguo ejido hacia el Este por la margen sur del rio Negro, hasta su desembocadura en el océano Atlántico, y desde allí hasta Bahía Creek, incluyéndola. En esa ampliación territorial, el “Acantilado de los Loros” quedó definitivamente incorporado al Municipio de Viedma, y ahí comenzó una nueva historia.

 

Creación de la Reserva

Luego de muchos años de investigación, las autoridades locales se hicieron eco de los pedidos realizados por el biólogo Juan F. Masello, sobre la necesidad de crear un área natural para proteger a los loros barranqueros, que crían y se reproducen en los acantilados del Balneario El Cóndor, ubicado a 30 kilómetros de Viedma, la capital de la provincia de Río Negro.

Finalmente, el 19 de junio de 2024, el Concejo Deliberante de Viedma sancionó con fuerza de ordenanza, un proyecto oportunamente presentado por el actual Vice Gobernador de Río Negro, Pedro Pesatti, y declaró Reserva Natural Municipal "Acantilado de los Loros" a la colonia de loros barranqueros localizada en el Balneario El Cóndor. Estableció como límites de la Reserva Natural al sector de acantilados comprendido entre la punta inmediata al Faro Rio Negro y la línea de acantilados y playas en el sector denominado Playa Bonita, coincidente con el límite del Área Natural Protegida Provincial Punta Bermeja-La Lobería, en una franja que va desde la línea del borde del acantilado en dirección tierra adentro y hasta el límite sur de la Ruta Provincial No 1. La Reserva Natural "Acantilado de los Loros" abarca el área de nidificación, reproducción y recreación de los loros barranqueros sobre el acantilado, así como el parche de Monte paralelo a la Ruta Provincial No 1.

 

Objetivos

La ordenanza de creación de la Reserva Natural Municipal tiene cuatro objetivos principales, a saber:

1) Propiciar la conservación del Monte nativo, y de las especies que en el habitan,

2) Promover el desarrollo turístico sostenible, para que ello contribuya al crecimiento del sector costero del Municipio de Viedma, a la conservación de la colonia de loros barranqueros, y a la del patrimonio natural y cultural asociado a los acantilados del Balneario El Cóndor,

3) Fomentar campañas educativas y de concientización ambiental, para promover el conocimiento de la Reserva Natural Municipal y

4) Conservar el patrimonio paleontológico, arqueológico e histórico presente en el área, ya que los acantilados de la región además tienen una alta riqueza de fósiles de invertebrados y pisadas fósiles de aves y mamíferos de millones de años de antigüedad.

 

 

Comienzo de una nueva etapa

Con la creación de la reserva, no solo se protege la colonia de loros, sino que se complementan acciones que se vienen implementando, como el Centro de Valoración del Monte Rionegrino, en El Cóndor, dirigido por el biólogo local Mauricio Failla, y la instalación de una estación biológica para el estudio de las especies de aves locales.

 

A partir de ahora, de los 90 km de costa que tiene el ejido municipal de Viedma, unos 40 km quedan bajo resguardo ambiental. Son 19,7 km de costa en la reserva de loros, que se suman a los existentes del Área Natural Protegida provincial Punta Bermeja-La Lobería.

Crear un área protegida en la localidad de El Cóndor constituye un paso fundamental para la protección y la conservación. Pero este no es el final del camino, es solo el comienzo. Ahora se inicia una nueva etapa de compromiso y responsabilidad, de más ciencia, más educación y más difusión sobre la importancia de este patrimonio natural único.

La recién creada Reserva Natural Municipal deberá contar en un futuro con un Plan de Manejo del área, tendrá que disponer de un proyecto de educación ambiental en todos los niveles educativos y crear la figura de Guarda Ambiental Municipal, para cumplir y hacer cumplir las normas de la ordenanza, colaborando y ejecutando la planificación y monitoreo ambiental, y en el caso que fuere necesario aplicar medidas de coacción directa solicitando el apoyo inmediato de la Policía de Río Negro.

 

Loros barranqueros y acantilados

Ponerle a la Reserva Natural Municipal el nombre de “Acantilado de los Loros” tiene un sentido profundo. No es posible ayudar a la conservación de los loros sin proteger el acantilado. Es una unión que lleva miles de años.

Los acantilados son una “marca registrada”, bien distintiva de la Patagonia. En sus paredes está escrita la historia geológica de esta región. En particular, los acantilados que se encuentran en la zona comprendida entre El Cóndor y Bahía Rosas, provincia de Río Negro, corresponden a una unidad geológica conocida como Formación Río Negro. A lo largo de su historia estos acantilados han sufrido transformaciones por efecto de la erosión marina y fluvial. Hace unos 125.000 años se produjo un último avance del nivel del mar, el cual le dio a la costa acantilada una forma similar a la que observamos actualmente. Recordemos en este punto, que los loros barranqueros cruzaron la cordillera, desde Chile hacia Mendoza, Argentina, hace unos 120.000 años, y comenzaron a colonizar nuestro país en dos direcciones, hacia el noroeste (allí viven en barrancas), y hacia el sur llegando hasta la Patagonia (aquí viven en acantilados). Casi en la misma época geológica en que se formaron los acantilados patagónicos, los loros encontraron en ellos un lugar donde hacer sus nidos. Es decir, que loros y acantilados conviven desde hace unos 120.000 años.

Además, hay que destacar que no abundan las barrancas y los acantilados, y menos aquellos asociados con las necesidades de agua y alimento de los loros. Una razón más para defender a los acantilados donde los loros viven y crían a sus pichones.

 

Lectura adicional recomendada:

Masello JF, Quillfeldt P, Munimanda GK, Klauke N, Segelbacher G, Schaefer HM, Failla M, Cortés M & Y Moodley (2011) The high Andes, gene flow and a stable hybrid zone shape the genetic structure of a wide-ranging South American parrot. Frontiers in Zoology 8: 16.1-16.16. ENLACE