Mortandad de loros barranqueros en la provincia de Río Negro (Parte 1)

NOTICIAS DESDE EL ACANTILADO

Mortandad de loros barranqueros en la provincia de Río Negro 

Posibles causas

Finaliza el 2020, un año lleno de vicisitudes y que termina con noticias preocupantes, llegadas desde el acantilado, donde crían y se reproducen los loros barranqueros.   

Vecinos de Río Negro nos comentan que está ocurriendo una mortandad inusual de loros barranqueros en zonas como El Cóndor, Lobería, Área Natural Protegida Punta Bermeja, Viedma y las chacras del IDEVI, entre otras. Los pobladores locales sospechan de envenenamientos, práctica alguna vez utilizada en la zona, y describen la presencia de loros muertos y moribundos en calles y playas, que se dejan caer en la orilla del mar. Hablan también de posibles enfermedades. Las autoridades medioambientales de Río Negro están recolectando ejemplares de loros muertos para analizar las posibles causas de los decesos.  

Pero podría tratarse de un evento climático. La actual temporada de cría de loros barranqueros, que comenzó en septiembre del 2020 y terminará en enero del 2021, está siendo acompañada por un fenómeno conocido como La Niña (ver Fenómeno de El Niño y La Niña), caracterizado en la Patagonia nordeste, como una época de bajas precipitaciones, donde las lluvias disminuyen casi a apenas un 5% del promedio normal anual. Como consecuencia de este fenómeno, la producción de plantas y cultivos disminuye, y de esta manera se ve afectada toda la red alimenticia. Es probable entonces, que los loros se estén muriendo por falta de alimento.

En un próximo Blog analizaremos si la ciencia tiene pruebas para ayudar a resolver este dilema. 

 

Fenómeno de El Niño y La Niña

El fenómeno denominado El Niño-Oscilación Sur (ENOS) es un evento climático global que implica cambios en la temperatura del agua en la región central y oriental del océano Pacífico tropical. Las aguas superficiales del mar se calientan o enfrían entre 1°C y 3°C, en comparación a la normal, y esa variación es conocida como ciclo ENOS. Afecta la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales y puede tener una fuerte influencia sobre el clima en otras regiones del mundo. El ciclo ENOS se manifiesta con dos fases extremas: El Niño y La Niña, existiendo una tercera fase llamada Neutral. El ciclo ENOS completo dura, en general, entre tres y siete años, y con frecuencia incluye una fase fría o de La Niña. 

El Niño y La Niña producen cambios importantes en las temperaturas estacionales y en los patrones de precipitación en muchas regiones diferentes del planeta, incluso las que están alejadas del océano Pacífico ecuatorial. En la Argentina, por ejemplo, en su Región Pampeana y en la Patagonia Nordeste, el fenómeno El Niño está asociado a un incremento de las precipitaciones, y a veces ocasiona inundaciones. En cambio, el de La Niña provoca una disminución de las lluvias, es decir un patrón climático opuesto, y puede provocar sequías, en algunos casos, extremas. Sin embargo, en otras partes del mundo ocurre exactamente lo contrario, como por ejemplo, en Australia.

Un dato actualizado realizado a mediados de diciembre del año 2020, por el Instituto Internacional de Investigación del Clima y el Agua de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, sobre el estado de El Niño, La Niña y la Oscilación Sur indicó que la temperatura del agua del océano Pacífico centro-este estaba aproximadamente 1,2°C por debajo del promedio, confirmando que todas las variables atmosféricas clave son consistentes con las condiciones de La Niña.