Mortandad de loros barranqueros en la provincia de Río Negro (Parte 3)
NOTICIAS DESDE EL ACANTILADO
Mortandad de loros barranqueros en la provincia de Río Negro
Textos Juan F. Masello y Alejandro Balbiano
Posibles soluciones
Se
siguen investigando las causas de la gran mortandad de loros barranqueros en
Río Negro, en la Patagonia argentina. Se calcula que los ejemplares muertos podrían
superar los mil individuos, entre adultos y pichones. Es común que los pichones
nacidos en noviembre, y que empiezan a volar entre fines de diciembre y enero,
sufran bajas como fruto de su inexperiencia frente a predadores o porque son
atropellados por autos en las rutas cercanas a la colonia. Pero a diferencia de
otros años, en esta temporada de reproducción y crianza, se observó también una elevada mortalidad de
individuos adultos. Para buscar la explicación a este fenómeno, las autoridades
de la Secretaría de Servicios, Espacio Público y Ambiente de Viedma, y de la
Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro están analizando las
causas para descartar o confirmar enfermedades, o envenenamiento de las aves. Como
mencionamos en los post anteriores, el investigador Juan Masello sostiene que
las muertes estarían relacionadas con el evento climático de La Niña, que
ocasionó una sequía excepcional en la zona, lo cual provocó falta de alimentos propios del Monte, el
ambiente donde viven los loros barranqueros.
Situaciones
como las actuales nos hacen reflexionar y nos obligan a preguntarnos si se
puede evitar en el futuro una mortandad como la de esta temporada. Y algo más
¿existen soluciones a largo plazo?
Podemos
plantear un camino futuro con posibles soluciones. Los loros barranqueros viven
y encuentran su alimento en el Monte, un ecosistema natural caracterizado por
arbustos espinosos y resistentes a climas secos. Allí encuentran brotes, frutos
y semillas, y como prueba de que prefieren esos alimentos es que se calcula que
por día llegan a volar hasta 264 kilómetros en busca de comida.
Ocasionalmente, cuando los sustentos del Monte faltan, como en un mal año como
este, los loros tratan de alimentarse de otras fuentes. Sin embargo, la expansión
de las fronteras agrícolas comenzó a desgarrar, a fragmentar este ambiente
biogeográfico, y hoy este ecosistema está bajo amenaza. La mortandad no se
hubiera evitado por el evento climático, pero sí se hubieran atenuado los
afectos adversos de esa situación al tener más Monte intacto y conservado. Es
decir, una solución a largo plazo es evitar el “desmonte” del Monte que viene diezmando desde hace varias décadas la
vegetación autóctona.
Pero
también existe otra solución más integral. Crear un Área Natural Protegida que
ayudaría a cuidar a la colonia, a otras especies y sobre todo al ambiente
natural. Sería muy importante asignarle protección legal a la colonia, la más
grande del mundo, con más de 37.000
nidos y 74.000 loros adultos. Es un lugar único a nivel planetario y la
creación de una reserva natural actuaría como una herramienta fundamental para
la preservación de la naturaleza, pero también como promoción para el desarrollo
cultural y turístico de la zona. En un mundo donde falta trabajo y zonas
naturales intactas, la creación de un área protegida es una gran oportunidad,
que podría unir a autoridades, pobladores locales y científicos en pos de un
objetivo común: un planeta más saludable para nosotros y las especies que nos
acompañan.
Adhiero totalmente a lo propuesto en la parte 3 respecto a la necesidad de proteger el aerea para preservar a nuestros tan queridos y especiales embajadores del monte. Su protección forma parte de la protección de la humanidad toda, sin duda. Nelida Perrotta
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