El hogar del loro, una casa compartida
Textos Juan F Masello y Alejandro Balbiano
El
Monte es el hábitat o ambiente más importante para los loros barranqueros en la
Argentina. Estos loros como su nombre lo indica construyen sus hogares en
barrancas o acantilados junto a ríos y arroyos, o frente al mar. Los
nidos-cuevas, característicos de esta especie, son excavados por la familia
entera, usando garras y picos. Comienzan los padres, pero cuando los pichones
tienen alrededor de cinco semanas de edad también ellos se encargan de
profundizar los nidos.
En muchas regiones, con pocos árboles grandes, el número de lugares y agujeros disponibles para anidar puede ser un factor limitante para muchas especies. Los científicos han descubierto que los loros barranqueros cumplen en el Monte una función muy importante: fabrican cavidades donde se refugian y reproducen gran cantidad de otras especies: abejas silvestres, pequeños mamíferos y reptiles, y un gran número de otras aves, tales como lechuzas de los campanarios, golondrinas negras, carpinteros campestres, halcones peregrinos y chimangos. De esta manera se considera a los loros como “creadores” de ambientes y un “termómetro” de la salud ambiental del Monte. Donde hay Monte en buenas condiciones hay loros barranqueros, donde el Monte está destruido, no hay nada, ni loros ni otras especies de aves.
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