Conservación y restauración del Monte
Siempre es mejor conservar una ambiente natural que restaurarlo. Pero ante su pérdida, una alternativa posible, es intentar reconstruir el hábitat silvestre.
Textos Juan F Masello y Alejandro Balbiano
La
expansión de las fronteras agrícolas comenzó a desgarrar, a fragmentar el
ambiente biogeográfico del Monte, un matorral extenso y espinoso, con suelos
arenosos, clima seco, con pocas lluvias, y donde viven muchas especies
vegetales y animales. La vegetación predominante y característica del mismo es
la jarilla. A simple vista el Monte parece ser una estepa arbustiva desértica,
pero cuando miramos en detalle vemos que posee una alta diversidad de vida y
belleza con una extensión de más de medio millón de kilómetros cuadrados, lo
que representa aproximadamente un sexto de la superficie argentina.
Hoy este ecosistema está bajo amenaza.
La tasa promedio anual de pérdida de biomasa, es decir de remoción de la
vegetación nativa o “desmonte” del Monte, es del 3.7%. A modo de comparación,
esta tasa es 10 veces más alta que la pérdida que experimentan en promedio las
selvas tropicales del mundo. En
regiones donde el Monte fue arrasado, algunos loros barranqueros se alimentan
de los cultivos humanos.
Frente
a esta realidad, los investigadores sugirieron a las autoridades locales, la
necesidad de plantar vegetación autóctona en banquinas, caminos vecinales y terrenos
municipales, e invitaron a los productores agrícolas y a los emprendedores
inmobiliarios locales a sumarse a esta iniciativa. Sobre todo en los campos
cercanos y en los nuevos barrios ubicados en las inmediaciones de la Colonia de
Loros Barranqueros de El Cóndor.
Se entiende por Restauración Ambiental
de Espacios Degradados, el proceso que consiste en reducir, mitigar o revertir
los daños producidos en el medioambiente, para volver, en la medida de lo
posible, a la estructura, funciones, diversidad y dinámica del ecosistema
original. Para ello, deben restituirse las condiciones originales y corregirse
los impactos medioambientales. Una forma de lograr esto es mediante el replante
de especies vegetales típicas del Monte, como chañar, piquillín y botón de oro,
entre otras. Restaurar ayuda a recuperar la cubierta vegetal y la belleza paisajística
de una región, pero por sobre todas las cosas sirve para recuperar el hábitat
para la fauna.
Llegó el momento de que asumamos como
comunidad, el compromiso de devolver a la naturaleza, lo que le hemos quitado.
Es responsabilidad de todos.
Una medida en ese sentido, fue la
reciente inauguración del Centro de Valoración del Monte Rionegrino en el
balneario El Cóndor, ya que para poder plantar, primero hay que cultivar.
¡Felicitaciones a todos los que lo han hecho posible con su esfuerzo y
dedicación!
Los invitamos a visitar estos enlaces
(incluyen noticias y música):
https://www.instagram.com/reel/CXmnuFVN_Hd/?utm_medium=share_sheet
Quería compartirles una entrevista muy relacionado a toda la temática que tratamos en este blog. Alejandro Balbiano nos plantea: Homo sapiens o Homo extinctor? Los seres humanos y las extinciones masivas:
ResponderBorrarhttps://ar.radiocut.fm/radiostation/colonia/listen/2021/12/23/16/00/37/#evtCat=AudioCutDetail&evtAct=Progress&evtLabel=ExitKeepListening
Si acceden a este comentario vía la web es posible que necesiten copiar el link en la barra de navegación de su navegador. Si lo reciben por e-mail, seguramente funcionara de forma automática. Saludos y felices fiestas a todos! JUAN
Escuché la entrevista que le hicieran a nuestro querido Alejandro Balbiano. Me pareció muy aleccionadora y muy clara. Por supuesto las respuestas están en manos del Homo Sapiens, solo él será capaz de salvar lo que haya que salvar. De nada sirve aquello que la ciencia aporte si Homo Sapiens no cumple el rol que debe cumplir en este maravilloso Planeta Tierra. N. Perrotta
ResponderBorrarGracias Nélida por tu comentario. Como bien decís tenemos que demosrar que somos el "Hombre sabio", y hacer frente a los desafíos que vendrán en un futuro incierto y lleno de conflictos. Pandemias, cambio climático, recursos cada vez más escasos. Espero que nuestra inteligencia sea lo suficientemente efectiva para resolver estos y otros problemas, y que podamos seguir existiendo como especie. El planeta Tierra no nos necesita, pero nosotros sí lo necesitamos a él.
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