Monitoreo de loros barranqueros en la colonia de El Cóndor, Río Negro
Monitoreo de loros barranqueros en la colonia de El Cóndor, Río Negro
UN ESTUDIO DE LARGO PLAZO (1998-2019)
Los cambios en el tamaño de una población animal pueden afectar la supervivencia de una especie. Por eso es fundamental realizar estudios de monitoreo de manera periódica para evaluar sus tendencias poblacionales, es decir estudiar si aumenta o disminuye una población, cómo por ejemplo la de los loros barranqueros en su colonia de reproducción y cría en el Balneario El Cóndor. Esto ayudará a generar medidas de conservación eficientes.
Texto: Alejandro Balbiano y Juan F. Masello
Los psitaciformes se encuentran entre las aves más
amenazadas del planeta, y por eso se necesitan estimaciones frecuentes sobre el
tamaño de sus poblaciones, y de las tendencias para ayudar en su conservación. En
particular, el loro barranquero ha experimentado una
pronunciada reducción en su población y distribución, tanto en Chile como en la
Argentina, debido fundamentalmente a la pérdida y degradación del hábitat, a
la captura para el comercio de mascotas y por la persecución como supuesta plaga
de los cultivos. La especie era considerada una especie abundante y ampliamente
distribuida, y tenía varias colonias grandes, pero estas se redujeron
drásticamente. Así qué en la actualidad, solo queda una colonia importante, la
de El Cóndor, que concentra el 71% de la población reproductora mundial de
loros barranqueros.
Un ejemplo servirá para comprender la fragilidad de
las poblaciones de loros. La antigua colonia más grande de la especie (45.000
nidos), se encontraba también en la Argentina, a lo largo del río Quequén
Salado, en la provincia de Buenos Aires. Entre los años 1972 y 1974 se la
fumigo salvajemente durante un programa oficial de control de plagas agrícolas.
Esto no solo redujo su población al 0,6% de su tamaño anterior, sino que además
disminuyo la población mundial de la especie en un 46%.
Hablemos
de números.
En 2025, los investigadores que estudian a los loros barranqueros publicaron un trabajo científico muy especial. El estudio se llevó a cabo en la colonia de loros barranqueros de El Cóndor y el objetivo del mismo fue determinar los cambios en 1) el tamaño de la población reproductiva, 2) la extensión de la colonia, 3) la distribución de los nidos a lo largo de la colonia y 4) los movimientos desde el nido hasta los lugares de alimentación durante la temporada reproductiva.
El Dr. Juan F. Masello inició los estudios de la colonia de loros barranqueros de El Cóndor en 1998 y desde aquel momento ha registrado cambios. En 2001, la colonia contenía 51.412 cuevas-nidos, de las cuales se estima que 37.527 estaban activas, y se distribuyeron a lo largo de 9 km de acantilados de arenisca. Sin embargo, en 2007 encontró que la colonia se expandió hacia el oeste, alcanzando una extensión de 12,1 km. En el estudio, se observó una marcada disminución en el número de nidos activos entre 2001 y 2005, de la cual la colonia El Cóndor se recuperó en el momento del monitoreo de 2019. La recuperación fue facilitada por una expansión hacia el oeste y un aumento en la longitud de 9 km en 2001 a 18,1 km en 2019. Además, la parte de la colonia con el mayor número de nidos activos se desplazó del kilómetro 1 en 1999 al kilómetro 5 en 2019.
El número total de nidos activos mostró una disminución de los 37.531 nidos activos reportados por primera vez en 2001 a los 21.883 nidos activos reportados en 2005, después de lo cual se recuperaron lentamente en los años siguientes y alcanzaron un valor máximo de 40.671 nidos activos en 2019. La disminución observada en 2005 podría estar relacionada con las sequías y la escasez de alimentos asociada durante la fase de La Niña de El Niño Oscilación del Sur.
La colonia se extendió hacia el oeste, desde 9 km de
longitud en 2001 a 18,1 km en 2019. Además, la ubicación de la parte de la
colonia con el mayor número de nidos activos cambió a lo largo de los años,
desde el kilómetro 1 o 2 en los primeros años del estudio (1998 a 2001), al
kilómetro 3 en 2008 y al kilómetro 5 en 2019.
Otras
posibles amenazas.
Además de las amenazas ya mencionadas, tales como la
pérdida y degradación del Monte, la captura para el comercio de mascotas y la
persecución como plaga de los cultivos, existen otras, en estudio actualmente,
que podrían haber afectado negativamente el número poblacional de la colonia de
El Cóndor. Vamos a mencionar a algunas de ellas:
1) La construcción de accesos peatonales y vehiculares a la playa debajo del acantilado se llevó a cabo en los 1990s dinamitando sectores de la colonia, lo que provocó la pérdida de una gran cantidad de nidos, específicamente entre los kilómetros 1 y 2.
2) En 2000-2001, el Municipio de Viedma construyó un
estacionamiento sobre la colonia, en el extremo occidental del kilómetro 1, lo
que desencadenó un fuerte proceso de erosión del acantilado.
Figura 2. Estacionamiento de la Segunda Bajada del
Faro. Las barras amarillas delimitan la extensión oficial del estacionamiento,
que suele superarse ampliamente durante la temporada de veraneo. Marcamos con
flechas amarillas partes del acantilado donde se han desencadenado fuertes
procesos de erosión por la lluvia que a menudo cae, en forma de violentas
tormentas, sobre el estacionamiento y fluye por el borde del acantilado. Imagen
de Google Earth.
Figura 3. Vista frontal de uno de los procesos de
erosión del acantilado desencadenados por la construcción del estacionamiento de
la Segunda Bajada del Faro, El Cóndor. Fotografía: Juan F. Masello
3) Desde el 2001 se practica parapente, sobre todo durante
la temporada de vacaciones, y que coincide con la época de cría de los loros,
afectando fundamentalmente el inicio de los vuelos de los pichones. Además,
años después, en el 2020, se construyó un punto de despegue y aterrizaje para
parapentes en lo alto del acantilado en el kilómetro 3, lo que también generó
erosión.
Figura 4. Lugar de despegue y aterrizaje de parapentes
al borde del acantilado con la colonia de loros barranqueros de El Cóndor. Se
observa claramente la fuerte erosión generada, que marcamos con una flecha
amarilla. Imagen de Google Earth
4) La construcción de un memorial de Malvinas, que
comprende estructuras pesadas y otro estacionamiento, se construyó cerca del
borde del acantilado en el kilómetro 1 durante 2015-2016, y se amplió en
2017-2018, lo que provocó aún más erosión.
Figura 5. Memorial Malvinas y su estacionamiento al borde del acantilado de El Cóndor. Marcamos con flechas amarillas partes del acantilado donde se han desencadenado fuertes procesos de erosión. Imagen de Google Earth.
Figura 6. Detalle del proceso de erosión desencadenado por el Memorial Malvinas y su estacionamiento en el acantilado de El Cóndor. Se pueden ver dos vallas: la más alejada ya cuelga, en parte, en el aire, la segunda muestra sus cimientos. La estructura de cemento a la derecha es la esquina inferior derecha de la gran estructura de la Fig. 5, que ahora se encuentra a pocos metros del borde del acantilado. Fotografía: Felipe Berard.
5) El pueblo de El Cóndor se ha expandido hacia la dirección de la colonia de loros barranqueros. En 1998, el extremo oeste del pueblo estaba ubicado a unos 400 m al este de la colonia. Desde el año 2000, los últimos edificios del pueblo se han situado a menos de 30 m del extremo más oriental de la colonia. Todas estas amenazas en forma de perturbaciones humanas afectaron principalmente y afectan a los kilómetros 1 a 3 de la colonia.
Hoy los investigadores saben que los loros barranqueros se reproducen con éxito en zonas urbanas muy modificadas. Sin embargo, las perturbaciones inducidas por el ser humano, sumado a fenómenos climáticos globales, como el Fenómeno de La Niña, que afectan la disponibilidad de alimentos y la supervivencia de esta especie, podrían haber provocado disminuciones poblacionales como la de 2005 y mortalidades masivas como la de la temporada de reproducción 2020-2021.
El Cóndor alberga actualmente a la gran mayoría de la
población reproductora de loros barranqueros (71% de las parejas reproductoras
mundiales). Cualquier amenaza grave a esta colonia podría tener consecuencias
nefastas para la supervivencia de la especie. El aumento previsto en la
frecuencia de los fenómenos de La Niña y el continuo “desmonte” del Monte hacen
necesario continuar con un monitoreo regular para informar cualquier medida de
conservación que pueda ser necesaria en el futuro. No alcanza con proteger hay
que continuar con los estudios y los controles poblacionales.
Figura 7: El desmonte en la región circundante a la colonia de loros barranqueros de El Cóndor. En A) podemos ver como el desmonte se realiza mediante fuego controlado o maquinaria pesada. En B) vemos un campo recientemente desmontado que se utilizará para la producción de cultivos en un entorno semiárido, con condiciones marginales para la agricultura. C) muenstra un antiguo campo de cultivo después de algunos años de producción. D) muestra una de las voladuras de suelo se han convertido en habituales en la región, como consecuencia de la erosión del suelo provocada por el desmonte, con graves consecuencias para la fauna, la salud humana y las actividades económicas. Fotografías: A), D) Mauricio Failla, B), C) Petra Quillfeldt.
Figura 8. Voladura de suelos en cercanías de la colonia de loros barranqueros de El Cóndor, durante noviembre de 2023. Fotografía: Freddy Masera.
Figura 9. Desmonte reciente realizado con maquinaria pesada en una zona adyacente al lugar de alimentación utilizado por los loros barranqueros de El Cóndor. La zona que se muestra en estas imágenes satelitales se encuentra en el principal parche remanente de Monte de la región, que proporciona el alimento que necesitan los loros barranqueros. Si el desmonte continúa, la disponibilidad de alimento para los loros se verá seriamente comprometida. El área en cada una de las imágenes corresponde a 62 hectáreas. Imágenes de Google Earth.
Durante
los primeros años del estudio los investigadores tomaron fotografías para
estimar el tamaño de la población reproductiva de loros barranqueros,
registrando con imágenes la totalidad de la parte más densa de la colonia, es
decir la ubicada más al este. En la parte más occidental de la colonia, se tomaron fotografías de
muestra cada 450 m, y el número total de nidos en el sector de 450 m se
extrapoló a partir de estas fotografías.
En años más
recientes, siguiendo los avances en la fotografía digital, tomaron una serie
continua de fotografías digitales de alta resolución que cubrían toda la
colonia. Esto significa que los recuentos de nidos de
esos últimos años representan un censo completo de la colonia.
Para investigar los cambios en el tamaño de la
población reproductora, los investigadores determinaron la proporción de nidos
de loros barranqueros activos cada año, sabiendo que solo una pareja ocupa cada
cueva-nido. Utilizaron dos métodos para determinar la proporción de nidos que
estaban activos: inspección directa de los nidos escalando la pared del
acantilado y monitoreo por video. Las inspecciones directas les permitieron
determinar qué nidos estaban activos (los que contenían huevos o pichones), y
los nidos inactivos o colapsados. Luego calcularon la proporción de nidos activos y la proporción de nidos colapsados. El monitoreo por video les permitió
determinar únicamente si el nido estaba activo, al observar a la pareja reproductora
ingresar al nido para cuidar a los polluelos. Finalmente, las entradas de los
nidos se contaron a mano o con la ayuda de un software de procesamiento de
imágenes (en 2019).
Lectura recomendada para los más curiosos (en inglés, acceso libre y gratuito):
Masello JF, Gonther L, Failla M, Wemhoff-de Groot H, Llanos F,
Sommer C, Mundry R, Seijas V & P Quillfeldt (2025): Variation in population
size, nest distribution, colony extent, and daily movements at the largest
known parrot colony: implications for the conservation of Burrowing Parrots. Wildlife Biology 2025: e01295. Enlace
Qué lastima que no se tomen medidas para solucionar los problemas del pasado que afectan el presente! Esperemos que comprendan el daño que ocasionan. Nelly Perrotta
ResponderBorrarMuchas gracias por tu comentario. Si, esperemos que pronto podamos comenzar las tareas de remediación. Para eso será importante la preparación de un Plan de Manejo del área protegida. Esperemos que se de pronto. Saludos! Juan
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