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Juntando Plumas (Parte 2)

En Juntando Plumas. Parte 1 vimos a los investigadores recolectando muestras en los ambientes naturales donde viven los loros barranqueros. Con esas plumas, investigaron después, en el laboratorio, las relaciones filogenéticas (las relaciones de parentesco evolutivo entre especies) para determinar entre otras cosas, la distribución geográfica de las distintas subespecies de loros barranqueros. El objetivo era conocer el estado poblacional de los loros que viven en la Argentina, y compararlos con los datos de los que viven en Chile, y usar esa información para ayudar a definir el futuro de estas subespecies.      


      

En el laboratorio

Terminada la tarea de campo, los investigadores regresaron al laboratorio con las plumas, y de ellas extrajeron y analizaron el ADN o material que contiene la información genética de los seres vivos. Ellos querían armar la historia filogeográfica de los loros barranqueros para comprender la relación y la mezcla genética entre poblaciones, y utilizaron técnicas genéticas para investigar las relaciones entre los seres vivos mediante análisis moleculares del material genético. Los análisis confirmaron la existencia de cuatro poblaciones a las que denominaron: Andinus, Patagonus 1 y Patagonus 2 en la Argentina, y Bloxami que se encuentra exclusivamente en el lado chileno. También confirmaron la existencia en la provincia de San Luis de individuos de una población llamada Conlara formada por híbridos entre los grupos genéticos de Andinus y Patagonus. Finalmente pudieron confirmar que los loros barranqueros se originaron en el actual territorio chileno, con un solo evento de migración a través de los Andes, dando lugar a todos los linajes argentinos actuales. Este evento ocurrió hace unos 120.000 años.





En resumen, podemos decir que los loros barranqueros actuales se originaron en el matorral (el equivalente al monte argentino) de las laderas andinas de Chile, desde donde se expandieron hasta la Patagonia argentina y llegaron, como hemos visto, hasta el Océano Atlántico.

El estudio también demostró que la diversidad genética en la Patagonia se divide en dos poblaciones distintas, pero físicamente indistinguibles (Patagonus 1 y Patagonus 2). Con sus 37.000 nidos activos, la colonia de El Cóndor representa el 71% de los individuos de loros barraqueros. Sin embargo esto que parece mucho no lo es. Así lo refleja el ejemplo de la antigua colonia conocida de la especie, ubicada en las barrancas del río Quequén Salado, en la provincia de Buenos Aires, que contaba a mediados de la década de 1970 con unos 45.000 nidos. Hoy sólo quedan unos cientos.

La investigación además demostró que la población de Andinus tiene apenas 2.000 nidos y que de los loros barranqueros Bloxami quedan del lado chileno en total unos 6.000 individuos.   

 


Masello JF, Montano V, Quillfeldt P, Nuhlíčková S, Wikelski M & Y Moodley (2015): The interplay of spatial and climatic landscapes in the evolution of a South American parrot. Journal of Biogeography 42: 1077-1090. http://kops.uni-konstanz.de/bitstream/handle/123456789/31305/Masello_0-292241.pdf?sequence=1&isAllowed=y

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