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Atención: cotorras y loros barranqueros no son lo mismo

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Muchas personas confunden a las especies de loros y piensan que son todas iguales. Pero cada una se comporta de manera distinta y tiene dietas diferentes. Aquí vamos a hacer un aporte en este sentido para ayudar a diferenciar a los loros barranqueros de las cotorras verdes o comunes.   Texto Juan F. Masello y Alejandro Balbiano En la Argentina viven unas 26 especies de Psittaciformes, un grupo de aves conocidas con distintos nombres, tales como l oros, aras, guacamayos, cotorras y catas. Todos los miembros del orden tienen características en común, como pico robusto y curvado hacia abajo, postura erguida del cuerpo y garras prensiles, con dos dedos dirigidos hacia adelante, y dos hacia atrás. En general, la dieta de los Psittaciformes se compone de semillas (la fuente principal), frutos, néctar, polen, yemas, artrópodos y otras presas pequeñas. Como veremos a continuación c otorras y loros barranqueros no son lo mismo, ni desde el punto de vista de su aspecto, ni de su comportamien

Carta abierta de los loros barranqueros a los humanos

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  ¿Qué nos dirían los loros si pudieran mencionarnos lo que les pasa o plantearnos los problemas que los amenazan? Vamos a hacer un intento basado en lo que sabemos de ellos (que gracias a los trabajos de los investigadores es mucho) y usando un poco de nuestra imaginación y empatía, para comprender sus pensamientos y reflexiones.        Texto Juan F. Masello y Alejandro Balbiano Locución Jorgelina Traut “Nosotros los loros barranqueros tenemos nuestra forma de ser, y así como los seres humanos tienen su personalidad, nosotros poseemos una “loridad”, que caracteriza a cada individuo de nuestra comunidad, a la que los humanos llaman colonia de cría y reproducción. Pero para nosotros es algo más que eso, es nuestro hogar. Nuestra loridad es un conjunto de sentimientos, emociones, pensamientos, actitudes y hábitos, que nos distinguen como individuos y nos hacen a cada uno de nosotros, únicos e irrepetibles. De esta manera enfrentamos la vida cada día, y sobrevivimos en el mundo que no

Orden de nacimiento

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PLUMITAS DE LOROS   Texto Juan F. Masello y Alejandro Balbiano En los loros barranqueros de la colonia de El Cóndor, el período de reproducción y crianza comienza en septiembre, y en octubre las hembras ponen de dos a cinco huevos que incuban durante 24 días. Los nacimientos ocurren en noviembre, y cada dos días eclosiona un pichón de lorito. Esta eclosión se denomina asincrónica, y es la que ocurre cuando los polluelos van rompiendo el cascarón a lo largo de varios días. Este escalonamiento genera pichones que tienen distintas edades y tamaños. Por otro lado existe la eclosión sincrónica, donde todos los pichones nacen casi el mismo día y son iguales. Un ejemplo de este tipo de nacimiento sincronizado entre las aves ocurre en los patos. Volvamos al nacimiento asincrónico. Cuando los pichones de loro barranquero   salen del huevo, ambos padres les traen comida durante 63 días, y se quedan con ellos en el interior de las cuevas cuidándolos durante la noche. Pero ¿qué ocurre cuando

Picos blancos

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Historias de loros (y de los científicos que estudian a los loros) Texto Juan F. Masello y Alejandro Balbiano Existe una colonia de loros barranqueros en Chile, en Cerro Tololo en la IV Región. Su situación es crítica ya que fue objeto de caza furtiva intensa durante muchos años. Por una rara conjunción de “planetas” ha sobrevivido, a diferencia de otras colonias en Chile, gracias a la protección organizada de manera informal (en su tiempo libre y por sus propios medios) por los astrónomos que trabajan en el Observatorio Interamericano. Durante la temporada de cría de loros, los astrónomos y sus familias acampaban frente a la colonia para protegerla de los cazadores furtivos. Enterados de esto, en 2009, científicos chilenos y argentinos que estudiaban a la especie, se unieron para diseñar un folleto educativo para la población local. Luego visitaron escuelas, dieron charlas y se pusieron en contacto con los lugareños. Para sumar acciones directas que sumaran a la hora de proteger a la

El Monte, un ambiente biogeográfico único

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Textos Juan F Masello y Alejandro Balbiano   Antes de hablar del ambiente del Monte, definimos Biogeografía como la ciencia que estudia la distribución de los seres vivos. Ahora sí, entramos directamente al Monte, un matorral extenso y espinoso, con suelos arenosos, clima seco, con pocas lluvias, y donde viven muchas especies vegetales y animales. La vegetación predominante y característica es la jarilla. A simple vista el Monte parece ser una estepa arbustiva desértica, pero cuando miramos en detalle vemos que posee una alta diversidad de vida y belleza con una extensión de más de medio millón de kilómetros cuadrados, lo que representa aproximadamente un sexto de la superficie argentina. En nuestro país abarca parte de Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, oeste de La Pampa, extremo sur de Buenos Aires, Río Negro y parte de Chubut. La expansión de las fronteras agrícolas comenzó a desgarrar, a fragmentar este ambiente biogeográfico. Hoy este ecosistema